lunes, 11 de agosto de 2014

¡Liverpool, The Beatles!

Fue durante el pasado mes de agosto de 2013 cuando viajé a Liverpool para asistir al homenaje que desde hace más de 20 años se le hace a The Beatles, concretamente llamado Beatles Week 2013.

Yo lo único que digo es que si eres amante del  legendario grupo, te gusta su música y quieres revivir tiempos pasados, lo mejor es acudir a este magno Festival. Yo supe de éste a través de unas páginas del periódico El Faro en el que alguien, creo recordar Antonio Fuentes León, hablaba de sus experiencias en Liverpool durante unos cuantos días durante los cuales, The Beatles emergían por doquier. Como anécdota contaré que Antonio está fotografiado en la puerta de la mítica The Cavern junto a Javier Gurruchaga. Yo  pensé: “Si tanto viajas, ¿por qué no te preparas un viaje a Liverpool para vivir unos días de música beatliana a tope? Pasó un año y esto es lo que hice. Nunca me pude imaginar la confluencia de gente para asistir al Beatles Week 2013. Todos los lugares donde estaban organizados los eventos estaban a tope (todo el mundo con cerveza en mano; yo llevaba agua en  una botellita del Real Madrid).
Donde más gente se concentraba era, por supuesto en The Cavern, donde hubo varios conciertos de solistas y grupos, típicamente imitadores de The Beatles. The Cavern, ya se sabe , es el mítico lugar donde actuaron estos por primera vez. En el año 1999 Paul MacCartney dio un concierto. Me imagino cómo estaría la sala.
Pero si algo saco en conclusión, es que es allí, precisamente en Liverpool y en los diferentes sitios, donde te das cuenta de lo grandes que fueron el grupo musical, algo que perdura en el tiempo. Cómo la gente iba cantando al unísono todas las canciones y todos con las camisetas negras con alusiones al Festival 2013. Yo asistí a todo lo que pude, es decir, a casi todo. Pero allí me di cuenta, de que aparte de las entradas que yo tenía para los principales conciertos, había otros lugares donde también había manifestaciones beatlianas como en parques al aire libre. La “movida” estaba entre el Adelphi Hotel, The Cavern y la filarmónica, donde pudimos asistir a un bello concierto-homenaje en honor a George Harrison  ( My swett George). A veces una notaba el cansancio de tantas horas seguidas cantando y bailando al mismo tiempo, pero seguíamos al pie del cañón.
Situado en la famosa Mathew Street, hay un pub llamado también The Cavern, donde había actuaciones simultáneas a la anterior, de tal manera que te podías pasar toda la noche y parte de la madrugada yendo de un lugar a otro. Parece mentira en  una calle tan relativamente pequeña, cómo en los años 60 se podía concentrar tanta gente para ver a The Beatles. Grupos irlandeses, alemanes, británicos, holandeses, japoneses, peruanos, españoles (también había grupos femeninos)… se daban cita en los diferentes lugares. ¡Cómo no!, actuó Nube 9, que está considerado como  uno de los mejores grupos (son argentinos, con chica incluida, llamada Lucrecia que toca la guitarra).
Hubo días diferentes en los que en el Hotel Adelphi se hacían homenajes a John Lennon, Paul MacCartney y Ringo Starr concentrándose allí un ciento de personas. Una noche que actuó  un grupo brasileño la mar de simpático (me regalaron un par de camisetas y bolígrafos) andaba por allí un tipo: ¡Ringo Starr!, decía yo y no hacia más que observarlo. Era idéntico al  beatle, todo vestido de negro impecable y con un pendiente brillante en la oreja izquierda. Pero claro, si hubiese sido el mismísimo Ringo, se habría agolpado gente a su alrededor. Él me sonrió y me levantó la mano haciéndome el símbolo de la paz; yo, ni corta ni perezosa me acerqué a él y nos hicimos unas fotos. Era un tipo simpático. Luego me dijeron que efectivamente era el doble de Ringo Starr y de esta guisa, se paseaba a su bola.
Otra noche y en la actuación de otro grupo, esta vez irlandeses, observé a un señor que llevaba una camiseta que ponía My sweet George, representativo de un homenaje que le hicieron a George Harrison en el Royal Albert Hall de Londres en 2002 y en donde participaron muchos artistas, entre ellos los mismos Paul MaCCartney, Ringo Starr y Olivia, la viuda del exbeatle. Este buen hombre me decía que él conoció a Harrison pero no hubo amistad entre ellos. Me habló del  hijo de éste, llamado Dani, al que definió como idéntico a su padre. Curioso fue ver a un grupo, un cuarteto de Japón interpretando perfectamente a The Beatles, como también lo hizo otro cuarteto de peruanos. Demasiado originales para ser de estos países. Es como escuchar a un japonés cantando tangos y tocando el bandoneón.
En un lugar llamado Alma de Cuba, que anteriormente había sido una Iglesia, se celebraron varios conciertos, llegando a destacar Nube 9 (ya los he nombrado) que hizo que la gente cantara y bailara a rabiar. Por cierto, yo echaba de menos niños y vi un par de ellos, con las camisetas de The Beatles; seguramente iría con sus padres e incluso abuelos. Aparte de gente de la época, también se veía gente joven y de 70 y pico. Una de las actuaciones corrió a cargo del conocido Mark Hudson, productor de Ringo Sttarr y Los Ramones; un tipo simpático  vestido con unos pantalones anchos, botas militares,un chaleco un tanto hippie y tocado con una original gorra negra; también llevaba gafas y una original barba de varios colores. Por supuesto accedió a hacerse fotos conmigo. Hacía calor pero aguantábamos con tal de no perdernos aquellas experiencias. También conocí a Javier y Alicia, un simpático matrimonio de Madrid; empezamos a hablar y entablamos amistas. Javier me decía que tenía un grupo y había actuado en este Festival de Liverpool, alguna que otra vez. Es más, sigue actuando en Madrid y alrededores ( The  Backties ).
Un día y en un homenaje a George Harrison (My sweet George) en la Filarmónica de Liverpool, hubo una enorme concentración de gente. Había mucha expectación por el concierto. El teatro estaba lleno. La imagen de Harrison se veía continuamente en una pantalla. El presentador, muy simpático, iba presentando las diferentes actuaciones. En la misma pantalla se iban proyectando fotos de los cuatro Beatles, sobre todo de George, en su transformación física. Proyecciones que marcaban la buena época de los 60-70, como de los grupos Status Quo, The Who, Bee Gees, Pynk Floyd… Hubo  la actuación de un tipo que era idéntico a Mick Jagger (Rolling Stones) cantando el mítico Satisfation, vestido de negro con chaqueta roja; de la cantante Adele, sin olvidar de aquellos maravillosos años a Marvin Gaye, Aretha Frankin, The Jackson  Five… También cantó el doble de Ringo Starr. Más adelante nos adentramos en épocas posteriores en las que el incansable Fredy Mercury con la bandera inglesa colocada como capa, se paseó  a lo largo y ancho del escenario mientras cantaba. También hubo música hindú, pues ya sabemos que Harrison, el más espiritual de los Beatles viajó a la India en busca de enseñanzas, a lo que siguieron sus otros compañeros. Para terminar la noche actuó nuevamente el grupo NUBE 9, haciendo que la gente aplaudiera a rabiar; para despedirse cantaron el famoso Goodbye, goodbye. Fue una noche deliciosa en la que continuamente recordábamos a George Harrison. Yo, en particular, me quedé sin escuchar My sweet lord, el precioso tema de Harrison, pero es que en todo el Festival no sonó en ningún momento (es mi preferido).
Un día, una convención sobre The Beatles que duró desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche, reunió a muchísima gente: se organizó en el Hotel Adelphi; allí había de todo: discos de vinilo originales de The Beatles, lo mismo que infinidad de cd, fotos, posters, figuras, camisetas, pijamas, réplicas de las gafas de Lennon (yo me compré unas), réplicas de la gorra, también de Lennon (tengo una), bufandas, posavasos, imanes, palillos de la batería de Ringo, vasos…, en fin, cosas para todos los gustos. Yo compré unos cd  muy interesantes. Allí conocí a una pareja española, Luis (músico) y Alba (maestra). Eran de Sevilla y me contaban que ya habían ido al Festival unas cuantas veces. El también había actuado alguna que otra vez con su grupo. Me señaló hacia una señora muy agradable y me dijo: “¿Quieres que te haga unas fotos con ella?”. Era la hermana pequeña de John Lennon, llamada Julia quien accedió amablemente a fotografiarse conmigo. Miró un pañuelo que yo llevaba anudado al cuello, de color negreo, con estrellas y me dijo: “Beautiful”. Yo me lo quité y se lo regalé. Muy agradecida me dijo: “Thank you” e inmediatamente se lo colocó.
Al entrar en la exposición de la Convención, aparte de llamarme  atención todo lo que había, me llegó un excelente olor a sándalo. Busqué el lugar desde el que procedía y encontré una sala donde tres músicos hare krisna le rendían homenaje a George Harrison que hubiera cumplido 70 años. Fotos de éste por todas partes. Al entrar, una chica danzando al son de la música te iba ofreciendo comida vegetariana. También había un puesto con libros hindúes, el Bagavad Guita. Harrison dejó dicho a su familia que cuando él falleciera sus cenizas fueran arrojadas al río sagrado hindú, Ganges, como así fue. George falleció a los 58 años, a finales de Octubre de 2001. En esta sala estuve un buen rato, me descalcé y me senté mientras meditaba con los sonidos hindúes que me hacían sentirme más espiritual. En  unas camisetas se podía, adivinar la famosa frase recordando a Harrison: “Esta noche las guitarras lloran dulcemente”. Hasta  este momento siempre me había decantado por John Lennon, pero redescubrí a Harrison, su espiritualidad, y ahora estoy en equilibrio entre éste y Lennon. Por la sala vi a una pareja de hindúes jóvenes y al hacerme una foto con ellos, supe que él era uno de los músicos que había actuado en el Concierto por Harrison, tocando la tabla hindú.
La noche seguía y seguiría hasta las 6:30 de la madrugada. Fue fabuloso escuchar tanta música seguida. Ya había música en alguna sala, pero donde realmente estaba la movida era en el gran salón del Hotel Adelphi. Actuaron cuatro grupos: japonés, inglés, argentino  y nuevamente inglés. Los  japoneses dieron el pistoletazo de salida con una imitación de The Beatles estupenda, cantando temas superconocidos. El grupo ingles hizo un poco más de country  sin olvidar a los chicos de Liverpool. La palma se la llevó Nube 9, con temas totalmente de The Beatles; además el vocalista, Fernando, llamó  a  Julia, la hermana de John Lennon, que andaba por allí, saludándola con un beso en la mano. Luego cantó Imagine (¡por fin!), con lo cual yo me emocioné. Para terminar actuó el último grupo en el que los cuatro componentes estaban totalmente caracterizados de John, George, Paul y Ringo. Estuvieron muy bien y el fin de fiesta fue estupendo ya que nadie nos queríamos ir de allí. Uno de los temas que este grupo tocó fue el conocidísimo Hey Jude. Subieron varias personas al escenario para cantarla, todos cogidos de la mano; casi sin darme cuenta, me vi en el  escenario con los demás, pues alguien me cogió de la mano para estar allá arriba. Fue sensacional sentirme unida a tantas personas a través de la música. Yo tuve toda la noche al lado a un tipo muy simpático, vestido de negro, con sombrero de copa negro, gafas negras y tocando continuamente unos palillos de batería. Había ido al Festival con 30 personas rusas, viniendo expresamente desde Rusia para el evento.
Al día siguiente no sabía a la hora que me iba a levantar, pues mi llegada al hotel fue a las 7 de la mañana. De todas formas, no veía yo una actuación muy interesante, a la que acudí sobre las tres de la tarde, donde se escuchaba de todo menos de The Beatles. Lo que sí se podía escucharlos fueras por donde fueras, era en los pubs sobre todo. Estuve andando un buen rato, después de tomarme un café; escuché a dos peruanos cantando por supuesto, por The Beatles y les pedí alguna que otra cancioncilla. Me dirigí nuevamente a The Cavern, donde la música seguía. Gentes por todos lados. Grupos ataviados  “a lo Beatle” seguían cantando. El segundo día de estar en Liverpool no pude asistir al concierto, ya que las entradas estaban agotadas; fue un mano a mano entre The Beatles y The Rolling Stones. Así como el último día tampoco pudo ser, pero por la noche volví otro rato a The Cavern, digamos para “despedirme hasta otro año”. Allí conocí a un estudiante “practicante del inglés” muy majo. Este lugar tiene saborcillo.
Y aquí se acabó mi aventura en el Internatinoal Beatle Week 2013. Recomiendo a todos los beatlemaníacos que no se pierdan esta experiencia. Llevan más de 20 años organizándolo. Volveré dentro de unos días a Liverpool a vivir nuevos conciertos, nuevas sensaciones, nuevas experiencias. Se celebra del 20 al 26 de agosto. Por supuesto no hay que dejar de visitar el Museo de The Beatles (yo lo he visto tres veces), para mí interesante, sobre todo te llena de emoción, recuerdos, sobre todo cuando llegas a la última sala con un piano blanco y sobre éste una réplica de las gafas de John Lennon; una foto suya, al fondo y por supuesto continuamente se escucha el maravilloso Imagine. El tour Magical Mistery Tour es también interesante de hacerlo. Dura alrededor de tres horas y se hace un recorrido por Liverpool, sobre todo por las zonas por donde se movían John, George, Paul y Ringo, los colegios donde estudiaron , sus casas (no se puede entrar en ellas pero sí fotografiarlas), la famosa Penny Lane, Strawberry field, el lugar donde se reunían para componer algunos temas… Vimos el  centro escolar donde  Paul y John se conocieron de niños, donde ya fraguaron su amistad… Todo muy interesante.

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