Una noche como cualquier otra, Diego Pérez, un niño de 14 años que desde la primera vez que escuchó Los Beatles se enamoró de aquellos sonidos, se ponía el traje de su padre y de frente al espejo, hacía lo imposible por parecerse, un poco al menos, a John Lennon. Para la mayoría era una velada más, para él era su gran presentación. Había sido invitado, junto a su banda (en la que también estaba su hermanito de 9), a una fiesta de 15 y aunque ninguno de los presentes siquiera lo imaginara, esa noche se estaba gestando algo grande.
Pasaron 25 años y el fanatismo llevó a Diego a liderar The Beats, la banda tributo a Los Beatles más importante de la actualidad, reconocida en todo el mundo, ovacionada en Liverpool, aclamada en Japón y que el viernes, desde las 21.30, celebrará su cuarto siglo de vida con un show en el Gran Rex.
"La primera vez que escuché Los Beatles entré como en una nebulosa diferente a todo lo que había vivido. Literalmente me cambió la vida. No podía dejar de pensar en ellos y en su música. Allí arrancó una locura por conseguir fotos, discos, todo. Hasta trataba de entender quién cantaba cada tema. Era algo difícil porque en los 80 era música que no se escuchaba como ahora. Junto a mi hermano (Patricio, baterista) tratábamos de calcar el sonido de los discos", cuenta Diego que todavía se apasiona al hablar de sus ídolos.
"Se fue dando todo mágicamente, nunca planeamos nada y creo que eso es lo bueno. De a poco todo lo demás en nuestras vidas quedó de lado. Compromisos familiares, salidas con amigos, hasta mi propio cumpleaños. De repente no estábamos nunca. Son sacrificios que empezamos a tener desde que éramos muy chicos. Siempre con la fe en lo que estábamos haciendo". El salto llegó cuando lograron preparar un show teatral que rápidamente llevaron a diferentes puntos del país. "Muchos nos decían que era imposible poder lograrlo".
En 1996 tocaron el cielo con las manos: "llegamos a Liverpool, siendo los primeros argentinos en hacerlo. Después fue todo muy rápido con la proyección a Japón y todo América".
Cuando tuvieron aquel éxito ¿qué fue lo primero que te sorprendió?
La primera guitarra que compramos parecida a las de Los Beatles. Después la emoción de estar al lado de Alan Williams (ex representante de Los Beatles). Tenerlo cara a cara y oírle las palabras de elogios para nosotros, era un sueño, no lo podía creer. Un poquito más adelante cuando grabamos en el estudio Abbey Road -donde Lennon y compañía grabaron todas sus canciones-. Son pequeños momentos inolvidables.
Pero el recuerdo más fuerte tiene que ver con Pete Best "un pedazo de la historia viva, y en The Cavern. La verdad que vernos a todos allí me hizo sentir un viaje mental y con el corazón muy fuerte. Tocar con él los temas que tocaron Los Beatles fue algo inigualable".
Tan similares son que hasta ellos también vivieron la Beatlemanía: "Cuando actuamos en el teatro Royal Court de Liverpool, a la salida estaban esperándonos. Tengo la imagen de cuando nos alejábamos del teatro en un taxi inglés y detrás venía un grupo de fans en otro taxi... Fue una escena de película".
Hiroshima, Río de Janeiro, Liverpool todo impresionante "pero nuestro primer recital lleno en nuestro país fue algo increíble, algo mágico", como esa primera presentación en una fiesta de 15.
SANTIAGO PUDDINGTON
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