domingo, 23 de febrero de 2014

The Beatles, de América para el mundo


El desembarco de Los Beatles a Norteamérica les abrió la puerta al mundo. La industria de la música sería sacudida por cuatro jóvenes que, al natural, con irreverencia y un tacto mágico y contagioso por la música, conquistaron al planeta entero.

Fue el 7 de febrero de 1964, hace ya 50 años cuando “The Fab Four” aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York para imponer un estilo que sembraría semillas y gestaría las raíces de lo que conocemos hoy como rock & roll. Europa los asimiló primero, un año antes, con una serie de conciertos multitudinarios que condicionaron su llegada a Estados Unidos.

El efecto en la cultura pop y musical de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr alcanzó niveles estratosféricos, conmocionando al mundo entero luego de su presentación en el show de Ed Sullivan, dos días después de su llegada a una agitada gran manzana, que asedió la estadía de la banda de principio a fin, sin dar respiro.

La ‘Beatlemanía’ se expandía como una ola desde el viejo continente, provocando un estallido generacional de rock, guitarras y percusión. El matiz orgánico estalló al unísono con canciones como Please, please me, She loves you, I saw her standing there y I want to hold your hand, por mencionar algunos de la época.

Venezuela no escapó del furor, y el temblor melódico que ocasionó el cuarteto sigue intacto, como todo buen clásico. Los años pasan y el legado se mantiene, en Maracaibo, por ejemplo, con la Liverpool Banda, liderada por el músico Fernando Valladares.

“Para ese tiempo, la música tenía ídolos como Elvis Presley. Luego llegaron Los Beatles con sus propias canciones y lo cambiaron todo. Es increíble como la gente sabe los temas populares y los no tan conocidos también. La respuesta nunca defrauda”, contó Valladares, quien está al frente de este grupo que emula fielmente en sus espectáculos la obra de la banda.
Después de su travesía por Norteamérica, Los Beatles tuvo un impacto aún mayor en el siguiente año, 1965, cuando su actitud, ritmos y líricas dejaron claro que el cambio ya estaba hecho y que no había vuelta atrás en el dominio de los fabulosos cuatro, para bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario