domingo, 2 de febrero de 2014

Ronnie y Sir Paul

No es frecuente que la TV actual ofrezca momentos mágicos, pero de vez en cuando ocurren. Ronnie Wood (The Rolling Stones) y Paul McCartney (The Beatles) se reunieron en 2012 en el estudio donde se graba el show de Ronnie, para hablar de sus influencias musicales. Han sido muchos los músicos que han pasado por ese programa tan simple y entrañable, donde se comparten y tocan viejos discos, se narran anécdotas e hilan recuerdos del rock. Paul mencionó su admiración por quienes fueron sus mayores y sus modelos en uno u otro aspecto. Algunos no son sorpresa, como Buddy Holly, ese rockero de los 50 mucho menos conocido y glamoroso que Elvis, pero el británico señaló algo importante: Buddy era compositor y guitarrista, sus canciones eran propias, así como los solos y riffs que se escuchan en los discos (que Ronnie y Paul imitaron).

De Little Richard se contaron allí historias hilarantes, como su sistema para asentar la voz poniéndose una toalla húmeda en la cabeza a modo de turbante, y su ritual de mirarse al espejo, antes de entrar a escena, gritando “¡Qué bello soy! “. Paul aseguró que su modo de cantar fue más importante para los Beatles que el de Chuck Berry, uno de sus íconos; aún cuando apreció de Berry su calidad de poeta, de escritor de letras, así como su ingenio para crear momentos dramáticos dentro de una canción. 

Algunas influencias poco conocidas en McCartney salieron a luz: la del rockero Eddie Cochran, una de cuyas canciones fue su modo de ingreso a los Beatles, ya que John Lennon la escuchó y le pareció increíble que ese mocoso la supiera completa y lo invitó a tocar en su grupo. También se recordó a Marvin Gaye, un maestro del soul, de quien se ponderaron algunos notables músicos acompañantes. Otro referente mencionado, bastante raro, es Fred Astaire, el bailarín y comediante norteamericano de los 40 y 50, cuyo estilo delicado y relajado de cantar, Paul a menudo trató de emular. Aprovechó de señalar que su padre había sido admirador de Astaire, aunque no lo consideraba un cantante sino un “crooner”. Ese padre suyo que tocaba la corneta en una banda de jazz.

A propósito de John Lennon, se hicieron bromas acerca de su miopía, como que en una ocasión tras un ensayo, por salir a la calle sin lentes (pensando que podía conquistar alguna nena), confundió un pesebre navideño tamaño natural con un grupo de gente jugando a las cartas. “Miope como un murciélago”, repetía Sir Paul antes las risas entusiastas de Ron Wood. Sólo se convenció Lennon de que usando lentes podía ser seductor al conocer a Buddy Holly, famoso por sus gruesas gafas de carey. Otro músico de los antiguos recordado fue Gene Vincent, un paranoico que siempre andaba armado, tanto que en una ocasión los Beatles, que le acompañaban, prefirieron alejarse de él.

McCartney señaló algo fundamental para los interesados en el estilo de los Beatles y su significado en la historia de la música. Ellos elegían detalles de sus músicos preferidos, escuchaban sus canciones y recogían una improvisación, un ritmo inusual, un arreglo, un giro de voz, un acorde, en fin, pequeños elementos que incorporaban a sus canciones para evitar que fueran monótonas, buscando que contuvieran alguna sorpresa. Paul McCartney destacó que George Harrison era algo así como el investigador oficial del grupo, y era normal que apareciera con descubrimientos...

Bartolomé Leal

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