martes, 26 de noviembre de 2013

El Álbum Blanco

Alguna vez, George Harrison aseguró que se les había ido la mano, que un álbum doble era demasiado para la época. Tal vez, George no haya dejado de tener, algo, de razón; sin embargo, hay que decirlo:  The Beatles, el noveno disco de estudio de Los Beatles, es un grandísimo disco y fue una muestra más del genio que habitaba en el cuarteto de Liverpool. Conocido como el Álbum Blanco, este representa la siguiente producción tras el portento de obra maestra que fue Sargento Pimienta.
"No fue nada placentero de hacer", diría en alguna oportunidad Paul McCartney. En ese 1968, la vena creativa de los cuatro estaba en plena ebullición, todos buscaban asentar su lugar en el mundo y las tensiones en el estudio hicieron que Ringo se marchara por dos semanas..., auque regresó. Todo ello, dio como resultado un disco para la historia, con 30 canciones notables, aunque de diferente calibre.
Para mí es un disco entrañable, por el afiche gigantesco y las cuatro icónicas fotografías que venían con el disco doble de acetato. Aún lo conservo. Además, en él viene mi canción favorita de todo el repertorio del cuarteto: Happiness is a Warm Gun. También está la que menos quiero (por decirlo de una manera decente): Revolution #9, para mí el peor resultado de música experimental de todos los tiempos.
De tanto ponerlo, el blanco del Álbum Blanco se percudió un toque y por eso hubo que forrarlo con plástico transparente para que las cosas no pasaran a más. Es que no solo yo lo ponía: también pasaba por las manos de mi hermano Sergio y mi primo Mauricio. Ahí lo tengo, desde unos 30 años y de tanto en tanto le echo una ojeadita y le veo la pinta de viejo guerrero de vinil, que espera un nuevo tornamesa para sonar como en los viejos tiempos.

Fue un hito y este 22 de noviembre se cumplieron los 45 años de su lanzamiento en el Reino Unido; tres días después se lanzó en los Estados Unidos. La revista especializada Rolling Stone lo ranqueó en el puesto 10 de los 500 grandes álbumes de todos los tiempos. Ojo al dato: cinco años atrás, el diario oficial del Vaticano, El Observador Romano sostuvo que el disco era una antología musical, en el que se pueden encontrar algunas perlas que permanecen sin par en estos días, se leyó. Cosas veredes: el pleito de 1966,  por el "atrevimiento" de John de "decir que eran más famosos que Jesús" quedaba en el pasado con este aggionarmiento vaticano-musica.
Para mí, es el disco de Back in the USSRJuliaDear Prudence, While my Guitar Gently WeepsRocky Raccoon... ¿Se les fue la mano, como dijo George hace algunos años? Tal vez, pero por dicha fue así. 

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