Lo divertido de todo el asunto, es que Beatle Quest no es ni siquiera un juego sobre los Beatles. Es un juego basado en las letras de los Beatles. Así lo explicó el mismo Garry Marsh, creador del juego, en una entrevista con RetroGamer publicada hace unos años: "Me encantaba jugar a aventuras de texto y se me ocurrió que en las letras de muchas de las canciones de John y Paul había referencias a personajes e historias que podrían servir para hilar una historia. Mean Mr. Mustard, Polythene Pam, Jude, Mr. Kite...".
El juego, de hecho, no es nada del otro mundo. Una aventura conversacional correcta que los fans de los Beatles encontrarán simpática pero cuyo interés reside en las peripecias que Marsh tuvo que hacer para lograr que saliera adelante. Por ejemplo, gestionar los derechos con Rocksoft, la encargada de licenciar música para videojuegos en aquella época y que la broma le costó tres meses de espera para acabar firmando un contrato de 25 páginas.
¿Llegaron a ver el juego en Rocksoft? Marsh está convencido de que no, aunque mandó una copia del juego con las letras que había utilizado para el mismo. Pero, y este es un detalle importante, estamos hablando de una aventura conversacional en la que ¡no había música! Os podéis imaginar la cara de los tipos en Rocksoft cuando alguien les pidió los derechos de las canciones de los Beatles para un juego que iba a ser silente.
Marsh mandó copias a los Beatles que todavía estaban vivos con resultados dispares. Los representantes de McCartney se lo devolvieron diciendo que Paul no se dedicaba a producir videojuegos, los abogados de Ringo le dijeron que lo retirara de la venta por utilizar la imagen de los Beatles —Marsh les contestó que fueran a por él, si lo consideraban necesario, puesto que sólo era un juego basado en las letras del grupo— y nunca se supo nada de George. ¿Sería el único que lo jugó?
Pero volviendo al juego, se trata de una aventura ambientada en el futuro, en el año 2953, donde el jugador es el Guardián de los Archivos de la Tierra mientras la humanidad busca un nuevo planeta que colonizar. Investigando en los archivos, el protagonista se topa con Los cuatro reyes de EMI y se embarca en una simulación que le llevará al Liverpool de los años 60 del siglo XX donde se topará con personajes y lugares que harán referencia a la creación musical de la banda.
Beatle Quest tuvo una portada a cargo de Alan Aldridge, el encargado de algunos de los artes del grupo y aunque se suponía que era la primera pieza de un engranaje de tres juegos —los otros dos se iban a llamar A Day in the Life, part 2 y Across the Universe—, la saga no tuvo continuidad. Marsh cita a Lennon para explicar por qué dejó de hacer videojuegos: "La vida es aquello que te sucede mientras estás ocupando con otros planes".
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