
“Día tras día, su estado había ido empeorando constantemente”, se lee en un extracto del libro publicado por “The Sunday Times”. “A menudo, pasó sus noches de insomnio temblando de ansiedad, mientras que sus días se caracterizaron por un consumo excesivo de alcohol y auto-sedación con marihuana. Por primera vez en su vida, se sentía completamente inútil”. Entrevistado por Doyle, McCartney asegura que “Fue Linda [su mujer] la que me salvó”. Finalmente, Paul McCartney salió de su década oscura en 1980, de forma abrupta, con su detención en Japón por posesión de marihuana y el asesinato de John Lennon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario