Ingleses y bajistas, ambos fueron parte de alguna revolución musical. McCartney, con los Beatles. Sid, con el punk y los Sex Pistols. Pero mientras Sir Paul es el músico más rico de Gran Bretaña, Vicius murió de sobredosis.
Paul McCartney
Peso(s) pesado Sir Paul McCartney es el músico más rico de Gran Bretaña por vigésimo quinto año consecutivo, y eso porque esas listas sólo se confeccionan ahí. Nosotros estamos en condiciones de afirmar que también es el más rico de Islas Feroe y Botswana. Según el inventario del The Sunday Times, Paul comparte una fortuna estimada en 680 millones de libras (798 millones de euros legales) con su esposa Nancy Shevell, heredera de una empresa estadounidense de transportes. En otras palabras, un “Yesterday” equivale a 326 Scanias.
In eternum En vida, Sir Paul McCartney llegó a los 70 y se lo agradecieron Chris Cornell (Soundgarden) y Paul Weller, además de que en todo el mundo se escuchó un tema suyo y que se reeditaron viejos discos con nuevos tratamientos de sonido. El broche de oro fue Ringo Starr, que subió a la web un video con una versión del “Happy Birthday”. Ah, y Yoko le tuiteó “Montones y montones de amor”.
Bajo cuerda Paul, muy afecto a las listas sábana, además de aparecer en el tope de los más ricos del mundo (rico), ocupa el podio de una encuesta de los mejores bajistas de la historia. Cierto es que Paul viene de polisémico y sería injusto enfocarse en él como inmenso bajista dejando de lado su eximia capacidad vocal.
Iminitas! Hombre de pocas mujeres. Oficialmente tuvo una relación con Jane Asher, actriz muy five o’clock tea. Después vino Linda Eastman y no se separó de ella hasta su fallecimiento. Siguió la belleza casi total de Heather Mills y luego empezó a frecuentar a Nancy Shevell, millonaria. Sí, Paul siempre se movió en el barrio de las calles salvadas.
Syd Vicious
Peso pluma Hay versiones que indican que nunca estuvo lo suficientemente sobrio como para entender que esos papeles se llamaban billetes y servían para comprarse cosas. Murió con menos plata que Don Ramón, pero estaba tan drogado que aseguran que nunca llegó a darse cuenta. QEPD.
Intermitentum Vivió tan poco que el segundo párrafo de su biografía empieza diciendo “Murió en un hotel...” El final llegó por una sobredosis que habría sido suministrada por... su mamá. Syd fue el primero en poner de moda la palabra actitud. El “No future”, que él cumplió a rajatabla, le complicó la existencia a todo el movimiento. Tanto, que el punk se terminó agotando porque todos sus exponentes siguieron viviendo. Una vez se le preguntó a Pil Trafa: ¿A esta altura vos no deberías estar muerto? Y Pil respondió: “Quizás como músico debería estar desaparecido”.
Bajo cuerda Antes de tener un bajo en la mano (adviértase que se obvia el verbo “tocar”), Syd había estado en un grupo llamado The Flower Of Romance, donde participó en la batería (¡¡nótese el esfuerzo, por favor!!). Después de los Sex Pistols inició una carrera solista como persona capaz de emitir sonidos por donde el resto de los músicos suele cantar. ¿Recuerdan su versión de “My Way”?
¡Minitas! Se dijo que tenía menos sexo que un western. Sin embargo, hubo una mujer que se llamó Nancy Spungen y que los historiadores del palo aseguran que fue quien lo hundió en la heroína profunda. A ella la llamaban “Nancy Nauseabunda”. Parece que delante suyo, Yoko Ono fue Winnie Pooh.
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