sábado, 30 de noviembre de 2013

Ringo Starr entre la música y la literatura

Recién cumplidos sus 73 años el 7 de julio último, el músico británico Ringo Starr, ex batería de Los Beatles, demuestra su versatilidad y como otros colegas coetáneos decide involucrarse en el mercado editorial. Tras haber probado casi todo en la música, emprende un camino en el mundo de la literatura, algo que le rondaba hace algún tiempo y ahora hace realidad.

En octubre Octopus’s garden (El jardín del pulpo) debía publicar un texto infantil inspirado en una canción homónima suya que salió al mercado en 1969 como parte del Abbey Road, el álbum de estudio número 11 de Los Beatles, uno de los más gustados, a juicio de la crítica.
La idea, relató Ringo a la prensa, surgió un año antes mientras navegaba por las costas de la isla italiana de Cerdeña. En esa travesía rechacé un plato a base de pulpo y el capitán entonces, me contó esta leyenda marinera. Los pulpos viajaban y viajaban a lo largo y ancho del mar recolectando piedras y objetos brillantes con los que construían después jardines. Me encantó la historia y la convertí primero en una canción. Ahora llenará las páginas de un libro, recordó el músico.
Pero las inquietudes editoriales de Ringo recién comienzan. Hace poco puso a la venta otro texto que está a disposición de los internautas en la web. Se trata de Photograph, un libro digital con imágenes inéditas de Los Beatles, captadas por su lente, en el que se incluyen además entrevistas, música y animaciones.
El e-book lleva el mismo nombre de un tema que Starr compuso en 1973 junto al guitarrista George Harrison y que lanzó como sencillo en solitario tras la disolución de los Beatles. En breve saldrá al mercado la versión impresa con una tirada de 2.500 ejemplares, explicó Starr en recientes declaraciones a la prensa.
Los textos que acompañan las fotos fueron escritos por mí. En este libro hay imágenes que nadie más puede tener. También relatos e historias de la época en que la banda estaba en plena efervescencia, añadió. Los amantes de las exclusividades podrán adquirir esta edición de lujo, que además de las imágenes de este cuarteto de Liverpool tiene un valor añadido: estarán encuadernados a mano.
Con motivo de su cumpleaños el Grammy museum de Los Ángeles le dedicó una muestra homenaje. Ringo: paz y amor es el título de la exposición, que exhibe fotografías, cartas inéditas, documentos y objetos personales, como la batería que usó en el Shea stadium neoyorquino en el concierto del 15 de agosto de 1965, uno de los más importantes de la historia de Los Beatles.
Los apasionados a la música de este cuarteto y en especial a su batería podrán deleitarse además con la exhibición de algunos de sus vestuarios utilizados en varias de sus presentaciones y en aquellos incipientes clips de la agrupación con temas como Sargeant Pepper y ¡Help!
También hay un espacio para el intercambio con el artista. Un salón interactivo hará revivir las pasiones de la época y los visitantes recibirán una lección virtual de batería impartida por Starr. Pero el trabajo en solitario de Ringo, como lo llaman sus admiradores y allegados, llegó tan solo cuando se disolvieron Los Beatles.
En la década de los años 70 de la pasada centuria puso a la venta su primer disco Ringo (1973) y un año más tarde Goodnight Vienna. En el mundo del audiovisual estuvo presente con El cavernícola (1981), y narró además las dos primeras temporadas de la serie infantil animada Thomas y sus amigos. En 1989 creó Ringo Starr & His All-Starr Band, una banda con la que sale anualmente de gira.
Autor de unos 15 álbumes en solitario, uno de ellos es Time takes time, el primero de una serie de colaboraciones con el músico Mark Hudson, quien produjo posteriores trabajos como Vertical man (1997), Ringo rama (2003) y Choose love (2005). Su disco más reciente, Ringo 2012, lo llevó a escenarios de Estados Unidos y Canadá para proseguir este año con varios conciertos por Japón, Australia y Nueva Zelanda.
Vibra México con Ringo Starr, entre el presente y el legado
El pasado 29 de abril el ex baterista de los Beatles Ringo Starr anunció en Brasilia que iniciaría su gira por América Latina con la All Starr Band con dos presentaciones en Brasil. Los dos shows en el país carioca, bajo la batuta del músico, cantante y compositor británico británico, se programaron para el 29 de octubre en Sao Paulo; y el 31 de octubre en Curitiba.
La banda de Ringo, integrada por Steve Lukather (Toto), Gregg Rolie (Santana), Richard Paige (Mr. Mister), Todd Rundgren, Mark Rivera y Gregg Bissonette, también programó actuaciones en Uruguay, Paraguay, Argentina, Perú y México. Los organizadores informaron que después de la presentación en los países del sur del río Bravo, la agrupación concluirá el periplo en Estados Unidos, con dos conciertos en Las Vegas.
El 2 de noviembre el ex baterista de Los Beatles ofreció un concierto exclusivo en Punta del Este, balneario ubicado a 140 kilómetros de Montevideo. No se vendieron entradas al público, pues el espectáculo fue exclusivamente por invitación y para los huéspedes del Hotel Conrad.
Más de cuatro décadas después de que un fenómeno bautizado como beatlemanía comenzara a recorrer el mundo, Starr volvió a demostrar que el éxito de los Cuatro Grandes de Liverpool nunca fue fortuito, y mucho menos temporal. La noche del 13 de noviembre, cuando en el Auditorio Nacional de México se escuchó el grito de “Let’s rock” (Vamos a rockear), unas 10 mil personas aclamaron al ex baterista de The Beatles como si el año 1970 nunca hubiera pasado, y la agrupación continuara tocando con la misma intensidad.
Mientras las calles mexicanas desbordaban regocijo por la victoria de la selección local de fútbol frente a Nueva Zelanda, en el interior del teatro se vivía una emoción diferente, pero hecha de esa misma fuerza que solo pueden despertar pasiones como el arte y el deporte. Acompañado de su renovada banda All Starr, Ringo probó dos cosas durante la presentación en la capital mexicana: que no es casual la fama mantenida tras la disolución del conjunto británico, y que tiene una habilidad extraordinaria para unirse a músicos de un talento excepcional.
La impronta de The Beatles se sintió desde el principio del concierto a través de “Matchbox”, un tema que el grupo popularizó en sus primeros años y que en esta ocasión dejó listo el camino para dos horas de canciones antológicas. Con un carisma y una energía desbordante, a sus 73 años el baterista logró enamorar más aún a una audiencia atraída por la estela del cuarteto británico, pero que se llevó además el regalo de las soberbias interpretaciones del resto de la banda.
Eso fue lo que sucedió con “It don’t come easy”, pieza en la que el saxofonista Mark Rivera y el guitarrista Todd Rundgren hicieron alarde de virtuosismo y arrancaron ovaciones al público. Durante la noche hubo momentos de una ternura desbordada, como “Love is the answer”, en la voz de Rundgren, o “Broken Wings”, cantada por Richard Page, que por algunos minutos permitieron retomar la respiración antes de volver a perder el aliento.
Cuando empezaron a escucharse los acordes de un himno, “Yellow Submarine”, centenares de globos amarillos sobrevolaron el auditorio, que se puso completamente de pie para acompañar el distintivo timbre de Ringo. “We all live in a yellow submarine”, entonaron miles de voces al unísono, desechando diferencias de idiomas y unidas por esa trepidación ancestral que tiene en la música su expresión más completa.
Pero el multitudinario coro también siguió otros temas emblemáticos: “África” y “Rosanna”, de la banda Toto, interpretados precisamente por uno de los miembros de la agrupación estadounidense, Steve Lukather. En tanto, el tecladista Gregg Rolie, quien tocó con Carlos Santana, se encargó de ponerle el sabor latino al concierto a través de “Oye como va”, y Ringo repasó algunas de sus obras en solitario, entre ellas “Anthem”, de su último disco.
Los asistentes al teatro volvieron a viajar a la época en que The Beatles se convirtieron en un indiscutible suceso cultural a través de “I wanna be your man”, "Don’t pass me by” y “Act Naturally”, anticipos del éxtasis que marcaría el cierre con “With a little help from my friends”.
Y cuando parecía que no había espacio para más emociones, Ringo lanzó un mensaje de paz y amor e hizo presente a otro de los colosalmente grandes, el exBeatle John Lennon, a través de su legendaria “Give peace a chance”.
El 10 de abril de 1970 millones de personas alrededor de todo el mundo lamentaron la noticia de la desaparición del cuarteto de Liverpool, pero el artista y su All Starr Band demostraron que a pesar de los años, la obra de los Fab Four sigue provocando el mismo estremecimiento. Convertido ya en leyenda por haber integrado un conjunto considerado por muchos críticos y seguidores como el más importante de la música popular, el baterista ratificó que es un digno continuador de ese inmenso legado.
Ana Laura Arbesú y Martha Andrés

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