El ex Beatle Paul McCartney es así, espontáneo y adepto a las sorpresas: su generación descontracturó el arte, como aquella vez que su mítica banda dio un concierto en la azotea. Paul sigue ese camino: el jueves ofreció una charla en la parte trasera de una pequeña tienda del barrio londinense del Soho en la que dio consejos de composición a cerca de cuarenta músicos aficionados que asistieron al encuentro. El artista, nacido en el barrio de Walton, en Liverpool, acudió a la cita en un local anónimo con la intención de inspirar a medio centenar de músicos y aspirantes a cantautor que buscaban encontrarse con él y aprender de sus experiencias. El artista británico también tuvo palabras para recordar cómo componía con su compañero fallecido John Lennon e instó a practicar “mucho” a los asistentes. Además, reveló cómo compuso su canción “Blackbird”, incluida en 1968 en el “Álbum Blanco” de The Beatles, que consiste en una variación que ideó de un pequeño pasaje de la “Bourrée en mi menor” de Bach. Durante la charla, McCartney recomendó a una joven cantante de 13 años que grabase sus temas, cuando ella le preguntó qué debía hacer con unas canciones que había escrito durante el verano. “Lo primero es grabarlas para tener una pequeña muestra de tu trabajo y después seguir tu camino”, afirmó McCartney. Al acto, incluso, acudió un aficionado de Los Beatles que viajó esta mañana desde Bélgica para encontrarse con uno de sus ídolos, uno de los pocos que conocieron por adelantado la fecha del evento a través de una red social
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