Del mismo modo que el Candlestick despidió al cuarteto un frío 29 de agosto de 1966 –en San Francisco el verano es especialmente frío–, el destino ha querido que fuese uno de los protagonistas de esa jornada, McCartney, quien 48 años después regresase al estadio para despedirse del que fue escenario de su último concierto junto a Lennon, Harrison y Starr.
El estadio será demolido para darle al terreno donde se encuentra usos residenciales y comerciales.
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