Strawberry Field, pertenece a una organización cristiana de caridad llamada Salvation Army donde hubo un orfanato hasta el 2005. Un joven John Lennon, que vivía muy cerca de este lugar, jugaba con sus amigos y se identificaba con los huérfanos porque fue abandonado por su padre, y su madre lo envió a vivir con su tía, quien lo crió.
Lennon incluyó al orfelinato en su testamento, y Yoko Ono estuvo haciendo donaciones hasta su cierre.
Tanto el jardín, olvidado e invadido por la maleza, como sus verja pintada de nombres, en una suerte de horror vacui, traducen, en mi opinión, sentimientos que van desde lo sereno y sublime hasta lo onírico y melancólico.
Hoy, se daba una noticia que seguro puede alegrar a todos los aficionados de los Beatles. La Salvation Army abrirá sus puertas rojas para transformar el antiguo hospicio en otro acto de caridad: un centro de educación para jóvenes con problemas. Además, habrá una cafetería para todos los fans que quieran rememorar la infancia de John. Strawberry field dejará de ser muy pronto un lugar sembrado de hojarasca para recuperar parte de lo que fue, aunque con ello se vaya un pedazo de la nostalgia que transmite lo viejo y abandonado.
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