El Carnaval de Candelaria, que este año está dedicado a los Beatles, arranca este viernes 7 de marzo con una charla a cargo del escritor Nicolás González Lemus autor del libro “Los Beatles en Tenerife” editado en 2010.
Alfredo Arencibia, concejal de Cultura, apunta que la charla comenzará a las 19 horas en la Biblioteca de La Villa y en ella se describirá el acontecer de la visita vacacional que hicieron los miembros del grupo musical más famoso del mundo a esta isla en 1963. “Una historia más que interesante para todos los seguidores del grupo británico que deseen conocer las anécdotas de un viaje histórico”.
Sinopsis
Los Beatles estuvieron 12 días recorriendo Tenerife cuando los músicos británicos aún eran unos chiquillos encandilados por la fama. Era 1963 y en la isla no llamaron la atención; no les dejaron actuar en la sala más conocida porque allí no sabían quiénes eran y además porque iban con el pelo demasiado largo; se broncearon en la piscina de Puerto de la Cruz, y recorrieron la Isla a bordo de un automóvil deportivo ajeno que pilotaba George Harrison.
La historia completa de esa gira, de la que estuvo ausente John Lennon, que prefirió irse a Torremolinos, ha sido contada por el historiador tinerfeño, Nicolás González Lemus, que también ha escrito libros sobre otros visitantes ilustres de la isla canaria, entre ellos Agatha Christie y otros notables viajeros anglosajones. Este libro se titula Los Beatles en Tenerife y ha sido publicado por Nivaria Ediciones.
Ringo Starr, Paul McCartney y George Harrison venían de Londres y recalaron en un chalé de La Montañeta, en Los Realejos, aún en construcción, así que esos días, en los que les acompañó el anonimato porque en la Isla no hubo noticia alguna de su llegada, transcurrieron entre velas; comían y cenaban en los restaurantes de Puerto de la Cruz y recorrían la isla en un automóvil rojo Austin Healy Spritey que Harrison descubrió con mucho regocijo en el chalé en el que vivieron.
González Lemus dice que esos días de Los Beatles en Tenerife "no fueron monótonos". Vivieron fiestas populares, fueron al sur de la isla, se bañaron en la piscina de San Telmo del Puerto de la Cruz, y padecieron el susto de Paul, que se adentró en las olas de Martiánez, la playa del Puerto, sin tener en cuenta ni las corrientes ni la potencia del mar por esa zona. Estuvieron también en Las Cañadas del Teide, visitaron el Observatorio de Izaña.
En el Puerto de la Cruz, que era el principal emporio turístico de la isla entonces, Ringo y sus compañeros hicieron lo que los turistas hacían entonces y siguen haciendo: se fotografiaron, compraron baratijas y sombreros, posaron en bañador para sus amigos, y vivieron una tranquilidad que en otro tiempo, muy poco más tarde, hubiera sido imposible, pues los Beatles estaban a punto de convertirse en el conjunto más célebre del siglo XX.
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