Cuando se cumplen 45 años de su boda con John Lennon, todavía pervive la polémica sobre la influencia de la artista japonesa en la separación del mítico cuarteto de Liverpool
Los dos lucieron de blanco. Ella eligió un vestido corto, medias por debajo de la rodilla y un sombrero de ala ancha. Él portaba una americana y un polo de cuello alto. Todas las prendas de níveo inmaculado. Ambos calzaban deportivas, también albinas, y adornaban su imagen con sendos puros. Al fondo, la roca del peñón. Era el 20 de marzo de 1969.
La ceremonia en el Consulado británico fue rauda y se prolongó escasamente durante tres minutos. Una hora después viajaron hacia París. Allí, durante su estancia de tres días, almorzaron con Salvador Dalí antes de marcharse a Amsterdam. En el hotel Hilton de la capital holandesa ofrecieron desde su cama la aún recordada rueda de prensa dentro de la campaña de paz que protagonizaron contra la guerra de Vietnam.
Hoy se cumplen 45 años de la boda civil que John Lennon y Yoko Ono celebraron finalmente en Gibraltar, después de descartar un gran evento religioso en la abadía de Canterbury porque su organización se dilataría en exceso. La japonesa tenía prisa, ya que unos días antes ya habían contraído matrimonio Paul McCartney y Linda Eastman. Ella no podía ser menos que la heredera del imperio Kodak.
Ella otra vez. Siempre ella. Yoko Ono, desde que tres años atrás conoció a Lennon en una galería de arte en la que exponía sus 'personales' concepciones artísticas, se convirtió en la quinta beatle. Aseguran las malas lenguas que jamás aportó una nota al cuarteto de Liverpool, pero sí consiguió que dedicaran a su enlace matrimonial una canción, que incluso llegaría al número uno de las listas de éxitos ('The ballad de Yoko and John').
Se sabe que McCartney, George Harrison y Ringo Starr no se sentían cómodos con su omnipresencia, pero ¿fue realmente la nipona quien desencadenó la separación de los Beatles? Yoko lo ha negado siempre. Pero ha tenido que viajar en el tiempo con esa responsabilidad sobre sus hombros. Incluso en su reciente visita a Bilbao, donde dejó muestra de su arte en el Guggenheim, volvió a ser cuestionada sobre el tema.
Durante casi cinco décadas en el mundo del pop se ha considerado que su influencia sobre Lennon aceleró la disolución en 1970 del legendario grupo británico, tocado ya con anterioridad por el choque de egos entre sus dos líderes: John y Paul, encaminados sin remedio a la separación antes o después.
Pero, lo que siempre se ha estimado probado es que Ono aceleró el declive. McCartney estaba muy descontento por el giro dado por Lennon tras conocer a su posterior nueva esposa. Su tuteo con el extraño mundo vanguardista de ella, con la música experimental totalmente anticomercial y su militancia política al margen del grupo preocupaban. Se decía incluso que Ono había secuestrado a Lennon y se la culpó del distanciamiento con sus compañeros.
Quienes vivieron aquella época en el entorno beatle relatan la presencia constante -y no solicitada-de Ono en los ensayos de la banda y su incidencia en las decisiones finales del genio cuya vida fue extinguida por Mark Chapman. A la artista conceptual nipona se le acusa de inmiscuirse. Muchos siguen sin perdonárselo. "La culpa de todo la tiene Yoko Ono", se cantaba incluso a ritmo de rap en los noventa.
Porque la leyenda negra siempre ha vinculado a la japonesa con el desmembramiento de la mejor banda musical de la historia. Ha sido la bruja malvada del cuento, el demonio amarillo, la mujer maldita por medio mundo... Blanco constante de comentarios xenófobos y machistas.
Hasta aquí la teoría más extendida, pero otros piensan que la innovadora creadora artística fue convertida en cabeza de turco. Ella misma es de esa opinión. "Fui un blanco fácil. Todos escribieron sobre mí de forma poco halagadora. Fue la prensa la que creó esa imagen. Me convirtieron en una especie de ser malvado con poderes malignos", señaló años después.
Pocos saben, aunque lo confesó el propio Lennon, que Yoko tuvo mucho que ver con ‘Imagine’, con su letra. Fue una aportación jamás reconocida, nunca valorada. Siempre se le ha negado un justo reconocimiento. Aunque, quizás algo parecido pueden ser unas palabras de McCartney, que cuarenta años después de la separación de The Beatles, señaló entre dientes durante una entrevista que "sin duda" la japonesa no fue la responsable. La nipona no lo aceptó bien. "¿Lo dice ahora, después de tanto tiempo? Por qué no lo hizo antes?", manifestó.
Por encima de las críticas, y hasta de los insultos, Yoko siempre ha tenido suficiente energía para salir adelante sin pensar en nadie. La pareja que conformó con Lennon ofreció momentos gloriosos y memorables para la historia, no todos musicales. De hecho estuvieron juntos -salvo a una separación temporal a mediados de los setenta- hasta que el asesinato del exbeatle rompió el dúo delante del edificio Dakota de Nueva York el 8 de diciembre de 1980.
Pero, sea cual sea la verdad, la boda de Yoko y John siempre simbolizará para muchos el fin de los Beatles.
http://www.elcorreo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario