martes, 28 de enero de 2014

El primer porro de los Beatles

La primera actuación de los Beatles en Estados Unidos

La versión oficial de por qué los Beatles invadieron y conquistaron América comienza el 31 de octubre de 1963. Ese día, Ed Sullivan y su esposa se encuentran en el aeropuerto de Londres. Más de mil fans enloquecidas estaban causando el caos en Heathrow. El presentador estadounidense preguntó quién estaba causando aquel tumulto. Le dijeron que eran los Beatles, que acababan de llegar de una gira por Suecia. "¿Los Beatles?, ¿Quién cojones son?". Le contaron que eran un grupo de pop con excelentes canciones. Desde ese día , Sullivan decidió llevarlos a su 'show' al precio que fuera.
Unos meses después, Tom Wolfe escribía un reportaje metódico, repleto de curiosidades en el 'New York Herald Tribune' aquella mañana de un frío 7 de febrero de 1964. Tan sólo tres meses después del asesinato de John F. Kennedy, los Beatles tomaban los Estados Unidos. Aterrizaron precisamente en el aeropuerto de Queens, que acababa de ser llamado John F. Kennedy.
A la mañana siguiente, a la una y media de la tarde, con George Harrison encerrado en una de las suites del hotel Plaza, aquejado de una infección en su garganta, los otros tres Beatles ensayaban en un viejo teatro, el Studio 50 -Dave Letterman lo utiliza en la actualidad- de la la cadena de televisión CBS, en la calle 57. Iban a aparecer por primera vez para el show del auténtico rey de los rayos catódicos, el incombustible Ed Sullivan. Por la puerta grande.
El 9 de febrero de 1964, un temeroso Brian Epstein, mánager de los Beatles, ante la posibilidad de un estrepitoso fracaso en directo ante cien millones de americanos, convenció a los productores del show de grabar primero tres temas para asegurar el sonido y la puesta en escena. Esas canciones no aparecerían hasta otro 'Show de Sullivan', el 23 de ese mismo mes.

Los nervios catódicos

Brian ordenó a John Lennon que ejerciera de líder para romper el hielo. John cantó con una voz aguda y penetrante el éxito de los Isley Brothers, 'Twist and shout' ante unas quinientas fans histéricas y dolidas por el trato que habían recibido por parte de la policía. John, a continuación atacó 'Please please me' con una seguridad pasmosa. Y, por supuesto, dejaron 'I want to hold your han' -la inocencia malévola como decía Dylan- como fin del programa, ya que acababa de lograr el número uno de la listas. Fue como la seda. Pero venía la gran prueba, la noche histórica.
A las ocho de la noche, en riguroso directo, tras mencionar Sullivan untelegrama que había recibido de Elvis deseándoles lo mejor a los Beatles, Paul arrancó con 'All my loving' , con la voz muy temblorosa, muerto de miedo, como se puede ver en los vídeos. No solía desafinar, y lo hizo exageradamente.
Sullivan había exigido, más que sugerido, que las dos primera canciones no fueran excesivamente rápidas para no provocar, aún más, el histerismo de las 5.000 fans que se agolpaban en las puertas del estudio. El segundo tema fue 'Till there was you' , una ñoñez, de la compositora Meteredith Wilson para el musical 'The Music Man', que tanto le gustaba al padre de Paul. Era una concesión de los "degenerados, de los desarrapados Beatles para entrar en todos los hogares norteamericanos". Paul y John, más tranquilos, se atrevieron con 'Shes loves you'.
Tras casi una hora más de show, los Beatles salieron por segunda vez para atacar 'I saw her standing there' y finalizar con el éxito americano de 'I want to hold your hand', con John en estado supremo.

La televisión nunca fue igual

Pese a los miedos y demonios, a las precauciones y a la más que comedida imagen de los Beatles, en tan sólo 33 minutos y medio, habían cambiado la faz de la televisión en los Estados Unidos. Los 'ratings' de Nielsen dispararon la audiencia a la exageración de73.700.000 millones de espectadores. Más del doble de cualquier otro programa televisivo. La proporción más alta, aún hoy, en la historia de la televisión.
Aquella noche fueron a celebrarlo a la mansión Playboy y, más tarde, al Peppermint Lounge hasta las cuatro de la mañana. David y Albert Maysles filmaban todo lo acontecido en una película que no se pudo ver hasta hace sólo siete años, en 2003, cuando Apple publicó la película y DVD 'The first U.S. visit'.
El segundo show en directo para Ed Sullivan no llegaría hasta el domingo, día 16, en Miami, con el patrocinio del Té Lipton, que pagaba más de tres millones de dólares. Ya se sabe: té, ingleses, Beatles. Sullivan vendió a precio de oro 3.500 entradas, cuando sólo 2.000 localidades estaban permitidas en aquel salón del hotel Deauville -el mismo que utilizaría Bond en 'Goldfinger'- para la grabación del programa.
Fue un programa donde John Lennon por fin tomó la riendas. Primero, 'She loves you', luego, 'This boy' de la que estaba enamorado, para darle paso finalmente a Paul con 'All my loving', recuperado del trauma de haber sido el primerizo en la Norteamérica de la revolucionaria televisión.
Tras otra hora, en la que aparecieron Joe Louis, Sonny Liston y la actriz Mitizi Gaynor; los Beatles acabaron su primera visita a EEUU con 'I saw her standing there', 'From me to you' y, con toda su fuerza, 'I want to hold your hand'. Arrasaron. A pesar de que era domingo y estaban en Miami, sólo tuvieron tres millones menos de audiencia.

La segunda visita

La segunda visita de los Beatles al Studio 50 de la CBS fue el 14 de agosto de 1965. La invasión y la conquista de América por parte de los Beatles estaba confirmada. Habían llegado un día antes para iniciar su tercera gira por los Estados Unidos, el mismo día que se publicaba el álbum 'Help'.
Esta vez, la calle 57, a la altura del estudio, tuvo que cerrarse ante una amenaza de un club de fans. Los Beatles llegaron a las diez de la mañana y tuvieron más de cuatro horas de ensayos. Por fin podían oírse entre ellos en directo aunque fuera en un estudio de televisión. En los estadios o en las plazas de toros, como en Madrid y Barcelona, un mes antes, era imposible.
Los Beatles habían exigido en esta ocasión que el programa no fuera en directo. Se grabó finalmente para que apareciera un mes más tarde, el 12 de septiembre, una vez que los americanos hubieran regresado de sus vacaciones.
A las ocho y media de la tarde se empezó a grabar 'I feel fine' de John, pero sin el famoso 'feedback' inicial, porque "eso era ruido" para Sullivan. A continuación, John abandonaba la guitarra y le ponían un órgano Vox pequeño para tocar el tema de Paul, 'I'm down'.
A continuación, Ringo se presentó a sí mismo y cantó 'Act naturally', el clásico vaquero de Buck Owens. Lo cantó con desparpajo, como si fuera una auténtica estrella. John atajó con una maravillosa versión de 'Ticket to ride', el último single del grupo.
Y más difícil todavía para la gente de producción de Sullivan: Paul se empeñó en cantar 'Yesterday' -lo presentó George con bastante sorna- , pero sin renunciar al cuarteto de cuerda original. El resultado fue un 'Yesterday' con un Paul aniñado, dando las notas como asustado y muy nervioso, pero convincente. El arreglo de cuerda, realizado por los propios músicos del programa, era incluso mejor que el original.
John acabó con 'Help' para promocionar la última obra del grupo. Incluso cambió algunas palabras y de otras no se acordó.
Como en una racha maravillosa, los Beatles tocaron al día siguiente, 15 de agosto, en el famoso Shea Stadium, batiendo otro récord mundial de audiencia. Los Beatles estaban en la cumbre. Habían tocado el cielo.

Del telegrama de Elvis al porro de Dylan

A las siete y media de la tarde, media hora antes del debut de los Beatles en el show de Ed Sullivan, se recibía el siguiente telegrama: "Felicidades por vuestra aparición en el show y por vuestra visita a América. Esperamos que vuestra actuaciones sea un éxito y disfrutéis de la estancia. Sinceramente, firmado, Elvis& The Coronel". John se impresionó mucho, pero fue George el que rompió la magia con su sentido del humor y dijo: "Elvis, ¿quién?".
Por fin, el 27 de agosto de 1965, tres días después de haber estado con Sullivan, los mánagers Brian Epstein y el Coronel Parker se pusieron de acuerdo para que los Beatles conocieran a Elvis. Parker exigió que fuera en casa de Elvis, en Perugia Way, en Bel Air, en Los Ángeles. Aquella era la época en que el rey de rock sólo se dedicaba a Hollywood. Les contó que tardaba unos 28 días en actuar en cada película.
El ambiente fue tenso al principio. Quizá por culpa de que a George le dio por coquetear con Priscilla Presley. Fue el propio Elvis el que rompió el hielo y les propuso tocar algo juntos. Naturalmente, canciones suyas. Paul se puso al piano, Elvis tomó un bajo, John otra guitarra y Ringo se arreglaba con un mueble para hacer algún tipo de percusión. Luego, hablaron de sus experiencias con las fans. Sobre las dos de la mañana, tras tres horas de visita, los Beatles abandonaron la mansión de Elvis. Al salir, John comentó socarronamente: "Ha sido como haber conocido a Engelbert Humperdinck".
Trece días antes, el mismo día en que los Beatles tocaron el histórico concierto en el Shea Stadium, Bob Dylan les visitó en su hotel, el Warwick, poco después de las once de la noche. Dylan estaba intrigado y alterado por el éxito de estos "críos ingleses". Para demostrar su superioridad social y moderna, Bob sacó un pequeño saquito con marihuana. Todos ellos se hicieron un par de porros. Fue la primera vez que los Beatles probaron una droga blanda. Bob Dylan volvió al día siguiente. Los Beatles estaban atrapados en Nueva York por la lluvia. Más porros, más ideas, y más canciones. George fue quien más conectó con Bob . Fu el principio de una gran amistad.
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