Yoko Ono acabó con John Lennon mucho antes que Mark David Chapman. La artista había subyugado al cantante más famoso que Jesucristo, hasta el punto de obligarle a participar en el rocambolesco presunto secuestro de Kyoko, la hija de la japonesa con su anterior marido, el productor cinematográfico Anthony Cox. La Guardia Civil detuvo a la pareja de apóstoles de la paz, puesta en libertad condicional por el juzgado de guardia en aquel abril de 1971. La denuncia fue finalmente retirada. En el procedimiento intervino el abogado Rafael Perera.
No era la primera visita de Lennon a Mallorca, ni siquiera en el año de la sustracción de la niña de siete años. En enero de 1971 había continuado, por tercer año consecutivo, con su tradición de asistir a los cursos de meditación trascendental que popularizó desde Mallorca el Maharishi Mahesh Yogi. Antes de pasar de la meditación a la acción, las doctrinas del genial farsante –acusado por Mia Farrow de acoso sexual– dieron un vuelco a la música de los Beatles. La inmersión del cuarteto en la cultura india tuvo lugar a partir de la traducción del sánscrito al inglés de las Upanishads, realizada por el mallorquín Joan Mascaró.
John y Yoko se alojaron en la suite nupcial del hotel Meliá Mallorca, bajo el apelativo altamente sospechoso de "señores Smith". Les recibió el director José Tur Olmo, no protagonizaron ningún acto de desnudez pública en el lecho matrimonial. El periodista Miguel Soler cuenta en sus memorias que les acompañó en el traslado desde Son Sant Joan, donde había aterrizado su vuelo de París. En un momento dado, el cantante solicitó un magnetofón, y su acompañante especula con la posibilidad de que esbozara Imagine. El himno ateo fue lanzado en noviembre de ese mismo año, nueve antes del magnicidio del rey del pop.
El presunto secuestro tuvo lugar en una guardería de Manacor, donde se encontraba Kyoko mientras su padre se alojaba en un hotel de Calas de Mallorca. El beatle y su musa pasaron el día con la niña. Accedieron a sus mínimos caprichos, hasta el punto de que la pequeña sufrió un empacho de pasteles. El interrogatorio de los aprendices de secuestradores ante el juez se prolongó durante siete horas. Concluyó a las tres de la madrugada, y la pareja de artistas convocó a continuación una rueda de prensa. En una imagen que daría la vuelta al mundo, Lennon esbozó su gesto icónico con los dedos en V, confiado en la recuperación de la hija de su compañera. Se equivocó. Kyoko no se reencontraría con Yoko Ono hasta 1995, por voluntad de la hija.
Matías Vallés
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