Las máquinas de escribir de Ray Bradbury, Ernest Hemingway y John Lennon podrán haber perdido a sus dueños, pero todas han encontrado uno nuevo: Steve Soberoff, un hombre de negocios y líder cívico de California.
Soberoff ha logrado acumular una impresionante colección de estos artefactos, que incluye las pertenecientes a personajes tan célebres como Tennessee Williams, Orson Welles y Jack Kevorkian, y otros tan infames como el 'unabomber' Theodore Kazynsky, quien entre 1978 y 1995 emprendió una campaña de bombardeos clandestinos en EE.UU.
"Me encantan las personas que son las mejores en lo que hacen", afirma Soberoff, quien sirvió también como consejero del exalcalde de Los Ángeles Richard Riordan y es actualmente presidente del evento atlético hebreo Juegos Maccabiah. "La idea de que genios se sentaron ahí y lograron lo que lograron en estas máquinas de escribir me pone la piel de gallina".
La galería de arte de la Universidad Northeastern de Boston sostuvo en septiembre pasado una exposición con esta colección. Las piezas albergan un enorme significado cultural, como es el caso de la Royal Model P. de Ernest Hemingway, en la que solía escribir cartas desde Cuba.
Está también la pequeña Imperial Good Companion de John Lennon, con la que plasmó algunas letras de su primera banda, los Quarrymen. Constan igualmente la Corona Junior del dramaturgo Tennessee Williams, que le ayudó a componer la obra antiguerra 'Yo, Vashya', así como la que utilizó Orson Welles durante la producción de 'Ciudadano Kane'.
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