sábado, 20 de julio de 2013

Pedro Aznar: “Tocar los Beatles es como hacer a Bach”

Pedro Aznar levanta la mano en señal de pausa y pide un tiempo para responder a la pregunta. En el living de su casa, el silencio gana cada recoveco desde el zócalo hasta su cielo interior, pasando por la quietud de un piano que ocupa mucho espacio. “Un concierto es como una obra de teatro. Sabés tus parlamentos y parte de tu profesión implica una recreación de tu personaje. Pero, a pesar de que sabés lo que vas a decir, tenés que pensar que no. Si se nota, no es creíble. Un cantante debe meterse en la piel de las canciones y conectar emocionalmente con lo que dice porque es ahí donde se hace real”, contesta el artista sobre cómo es el concepto de Mil noches y un instante, el recital –en clave unipersonal– con el que recorre sus últimos años como músico y algunas perlas de los Beatles –se presenta el 2 de agosto a las 21.30 en el Teatro Coliseo–. “Tocar la música de los Beatles es como hacer a Bach. Ellos son patrimonio de la humanidad y mi función es la de alguien que recorre con una linterna las grandes obras de un museo”.
Pedro es un detallista nato. Se siente en el posavasos de su mesa ratona, en sus bellos arreglos y también en sus palabras. “Para rendirle homenaje a Luis me preparé como un ninja. Cuando llegó la hora de tocarlo, mi cuerpo sabía la música, pero después estaba la emoción y tenía que gobernarla. Si me dejaba llevar por los recuerdos, estaba frito”, dice sobre el recital que brindó hace un año en Plaza Italia en homenaje a Spinetta. Un trabajo que quedó registrado en el disco Puentes amarillos, de donde Aznar también se nutre para este concierto. Porque Pedro es un artista capaz de reformularse ante cada desafío sin perder la brújula de su esencia musical. Ese talento que emociona por su capacidad de hacer simple lo complejo. “Alguien que deja semejante legado se queda para siempre –retoma Pedro–. Los artistas son gente que deja su alma escrita en el alma de todos. Dejan semillas por todos lados, dan millones de hijos y no se pueden olvidar”.
–Revisar tu currículum es agotador. De Serú Girán al Pat Metheny Group. Dos libros de poemas, música para películas, producción y toda tu carrera como solista. ¿El ocio es mala palabra?
–Le doy lugar al silencio y a la calma. De hecho son los momentos que propician la creatividad. Sin eso no me podría concentrar aunque también puedo sacar provecho de momentos de mucha intensidad. Igual, prefiero tener calma disponible.
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