viernes, 19 de abril de 2013

A ochenta mil leguas bajo el océano y...¡siempre a bordo!

GEORGE_ELLIS_BEATLES

Para algunos fueron los 'Gigantes de Liverpool'. Otros decían que eran un monstruo de cuatro cabezas. Por algún tiempo, hay quienes los llamaron los 'melenudos' de Inglaterra. No son pocos los apodos que, en los últimos 50 años, han rodeado a ese grupo que logró conmover al mundo entero: Los Beatles.
En los 60, muchas ciudades quedarían marcadas por su música, sus hazañas, o su simple presencia: Londres, Hamburgo...sin olvidar Liverpool, el sitio que les vio nacer.
Una ciudad que sin John, Paul, Ringo, George probablemente, no sería lo que es. Ni mucho menos sus calles. Penny Lane sólo sería un barrio lejos del centro con bonitos alrededores. Sin embargo, una canción lo convirtió en el foco de millones de flashes y de cientos de visitas que, a diario, convierten este lugar en uno de los rincones más famosos de todos los tiempos.

Pero así es. Hoy, medio siglo después de la llamada Beatlemanía, su pasado sigue intacto para quienes no tuvieron la suerte de vivirlo de primera mano. "Había electricidad en el aire. Sentía que podía masticar la música en cualquier parte. Era emocionante vivir aquí, fantástico, increíble." Así lo explica Lynne Ellis, mujer de 65 años y natural de Liverpool: "Cuando los Beatles irrumpieron aquí yo sólo tenía 16 años. Era muy joven y mis padres no me dejaban ir a los pubs a verles tocar pero, 'oh Dios', los adoraba".
Situación distinta para George Ellis, su marido, quien sí pudo verlos actuar en alguna de esas 292 veces que el grupo conquistó The Cavern. Cuna de su nacimiento y, como en sus paredes se define, "el club más famoso del mundo". "Yo estuve ahí. Al comienzo de los Beatles", explica. "Tengo 70 años y, por aquél entonces, mi edad era de 19 ó 20, la de ellos. Tuve mucha suerte. Recuerdo ir a clase con el hermano mayor de George, Peter. A través de él, conocí a Lennon una noche en un bar. Era el año 1963. A partir de entonces, les vi actuar varias veces. Pero cuando alcanzaron la fama, nunca regresaron".
Como tampoco lo harían el resto de bandas y grupos que, influenciados por el jazz o los comienzos del rock americano, abandoraron la ciudad. "En los años sesenta, se formaron muchos grupos en Liverpool, la mayoría estaban marcados por la música americana de la época. Pero, a ojo de muchos, sólo existía uno aquí. Y esos eran los Beatles. El resto tuvo que buscar otros lugares en los que crecer", explica. De hecho, recuerda George Ellis con cariño una de sus mejores aventuras de la mano, en cierto modo, de este grupo. En mayo de 1984, Liverpool celebró el Internacional Garden Festival. Un evento, en su día, hecho para tratar de revitalizar el turismo de la ciudad, y al que acudieron casi tres millones y medio de personas.
Uno de los cometidos previos al acontecimiento era construir un submarino amarillo -actualmente, situado en el John Lennon Airport- como monumento en honor a los Beatles. George era ingeniero, así que él, junto a un grupo de jóvenes a los que daba clases en la universidad, fueron los elegidos para llevarlo a cabo. "Estaba con mi cámara de fotos el primer día del festival. Alrededor del submarino había cientos y cientos de personas, fotógrafos de prensa, ¿sabes por qué? ¡Porque la reina estaba dentro del submarino para hacer la inauguración!" Explica Ellis.
Son muchas las historias o pequeñas anécdotas que recuerdan quienes han vivido de cerca su pasado más emocionante. Aunque no sólo los autóctonos las cuentan. Mathew Street es la zona que guarda el recuerdo de los Beatles con The Grape's. El pub más antiguo de la calle, y donde éstos y otros grupos tomaban algunas pintas entre sus actuaciones en The Cavern que, por entonces, no servía alcohol. Lugares que, como el paso de Abbey Road de Londres, quedaron salpicados por  la fama de estos jóvenes, y que hoy celebran esos 50 años de leyenda. La capital inglesa lo ha hecho con el musical Let It Be. Y, seguro, no será menos para el centenario.
YOLANDA LÓPEZ-MUÑIZ RODRIGO

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